Artesanía y versatilidad, piedras angulares de nuestra filosofía. Nuestras obras de arte están hechas a mano, sin stress, en pequeños talleres y pensando en mimar cada detalle para conseguir formas naturales, de extraordinaria calidad, que perduren en el tiempo y se adapten a cada momento. El proceso es enteramente manual, desde el diseño de la pieza que comienza con el dibujo hasta la obtención del material para luego ser moldeado con unos pulmones y 4 manos. Cada soplo y cada giro marcan la diferencia de una improvisación controlada, de la intuición y la experiencia de cada artesano. Para crear una pieza se necesitan 45 días desde que comienza el proceso hasta que llega a destino.
Hacemos objetos que son creaciones irrepetibles que llevan la huella del fuego, la respiración del vidrio y el alma de quien las trabaja.